El blog del ermita inquieto nace con la intención de ser diferente a los demás, aunque será parecido a muchos otros; quiere ser original, aunque quizá parasite ideas y conocimientos de vosotros; intentará hablar de aspectos atemporales, aunque sus textos pronto dejen de tener interés.
El eremita inquieto promete intentar no sobrepasar la línea del ridículo, aunque seguro que fracasará en numerosas ocasiones.
Todas estas son las intenciones del eremita. El creador del blog no tiene porque compartir sus opiniones, él es un mero transmisor de sus desvaríos y obsesiones.